Hay muertes que te marcan, como un fibrón indeleble, pero de los buenos.

Que se mueran tus abuelos, tus viejos, algún gran amigo.

Y también, aunque en menor medida, que se muera un músico de una de tus bandas favoritas.

Pero más todavía si se trata de una banda que abrazaste fuerte cuando eras adolescente. Porque cuando sos adolescente, todo lo que te gusta es porque es lo mejor que le pasó al mundo y a tu vida.

Qué sé yo, tenía 15 años, se morían los 90s y nos gustaba usar ropa ancha, pantalones que se nos caían hasta el suelo y escuchar a los Beastie Boys.

Arrancar por Hello Nasty! porque era lo que sonaba en esa época, y seguir el camino hacia atrás.

Hoy se murió Adam Yauch, MCA. Y no puedo dejar de sentir que también se murió un pedacito más de adolescencia.

Nos vamos dando cuenta que no somos inmortales, como alguna vez cantamos que lo eramos.