Daniela Mardones Pardo es una Periodista chilena a la que conocí gracias a la poderosa magia de la red social Facebook.
Ella, como tantos otros, fue una víctima más del perverso y excluyente sistema educativo chileno.
Ante las últimas protestas de los estudiantes del vecino país, que despertaron la conciencia no sólo de los chilenos sino del resto de Latinoamérica acerca del tan mentado "modelo chileno", Daniela escribió estas sentidas palabras que pasó a transcribir. Tomate 5 minutos en tu día y leelas con atención:
Me llamo Daniela Mardones Pardo, 25 años, chilena, periodista.
Pese a haber elegido esta carrera mucho antes de salir del colegio y amarla desde que entré a la Universidad, no ocuparé las herramientas de mi carrera para escribir. No puedo ser neutral ni objetiva, ni tampoco escribir con la mente fría porque -simplemente- no me sale.
Prefiero escribir desde el alma o -como digo yo- desde la guata, desde las visceras. Así me sale mejor, le duela a quien le duela, pero me parece lo más honesto, lo más justo que puedo plasmar. Una forma de expresar las cosas que de pronto había olvidado tener.
Como ya lo mencioné, soy Periodista, sin embargo no he logrado ejercer mi carrera luego de titularme. Estuve 5 años en una Universidad "Estatal" en la que , si no hubiese sido por un esfuerzo de mi familia y otro tanto de un crédito que me deja endeudada por unos buenos años, no hubiese podido estar. Y es por esto mismo que no puedo estar al margen del movimiento estudiantil que a diario veo en tv, en los colegios por los que paso a diario, en el aire que se respira en las calles...
No quisiera utilizar la palabra "víctima", pues no me gusta. Dejémoslo en que soy parte del sistema que hizo apretarse el cinturón a mi familia (eternamente agradecida a uds. por ello), tomar el porcentaje de crédito que decidieron darme e hipotecar buenos años de mi vida y entrar en un camino en que tantos como yo soñaban con desarrollarse, con ser parte de un país mejor, de aportar un granito de arena. Sin embargo, este mismo sistema es el que ha creado cesantes ilustrados (como yo) a destajo. Tantos como yo que se han ido metiendo en el sistema con el que tanto estuvimos en contra, dejando que la máquina nos absorbiera apartando nuestros sueños e ideales. Sé que más de alguno que se encuentre en un área o trabajo distinto al que soñó podrá entenderme...al que esté en lo que anheló siempre, disfrútenlo, no todos estamos en la misma situación.
Pero bueno, sin desviarme del todo del tema, vuelvo al movimiento estudiantil que hoy vemos. Yo también formé parte en su momento y soñé lo mismo que sueñan ellos ahora. Quizás no tuvimos la misma fuerza, la misma organización, qué sé yo. Hay veces en que callo las voces interiores para no pensar por qué me dejo sumergir tan rápidamente en cosas que no quiero y no lucho más por lo que sí, pero de pronto... surge un grito que me remeció.... un grito que parecía un eco de nosotros mismos hace algunos años, pero más fuerte. Un grito que pide educación de calidad, gratis, fin del lucro. Que un estudiante sepa qué le deparará al salir de la Universidad. Que no tenga que desertar al 2do. año porque su familia no pudo costear los gastos, que la importancia esté en su esfuerzo e inteligencia, no en su bolsillo. Que para poder entrar a la educación superior no deba hipotecar gran parte de su futuro estando endeudado casi hasta jubilar.
Sin entrar en tanto detalle con respecto a los carabineros infiltrados, a la violencia provocada NO por estudiantes, la postura cerrada de un gobierno al que el tema se le escapó de las manos y muchos puntos que si leen a diario lo que escribo, sabrán a qué me refiero. Más allá de todo eso, rescato-por sobre todas las cosas- la posibilidad de haber despertado del zombie en que a veces una se convierte....es increíble cómo ha podido emocionarme tocar una simple olla, sabiendo que unida a tantas otras formamos una sola voz.
Me gusta saber que aún exista gente que lucha sin importar las consecuencias y no saben cómo los admiro por ello, espero poder recuperar aquello, pues "ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica", como sabiamente diría Allende y yo parecía haber olvidado.
Me gusta pensar que aún se pueden lograr cosas uniéndonos, pese a toda la gente que saca temas del pasado, que argumenta en contra de los jóvenes sin fundamentos claros y que los critica sin saber más allá de lo que dicen los medios.
Quiero creer que ganaremos esta lucha, que ya no es solo de los secundarios y universitarios, que es la lucha de un país unido en por un bien común, por una lucha que se ha dado hace tantos años y que resolverá al menos la educación para nuestros hijos, nuestros sobrinos, nuestros nietos...
Quiero pensar que las cosas cambiarán para ellos, para nosotros, para todos, para mi....
Hay días tristes en que me canso de seguir, que me hago miles de preguntas de por qué estoy dónde estoy, etc...etc... Quizás (y, obviamente) sin querer se encuentre aquí, en todo esto... Quizás la respuesta sea que el camino lo buscamos nosotros mismos, aún cuando salga con piedras el camino, aún cuando cueste mucho más, las barreras nos van fortaleciendo y las caídas están hechas para que nos levantemos.
Gracias por haberme hecho soñar nuevamente, gracias por hacerme entender que la lucha es a diario, es en todo , constante y permanente...
Fuerza Cabros!! Que nada ni nadie los haga retroceder ni un centímetro de todo lo ganado, que no ha sido fácil, pero verán sus frutos. Han marcado la historia en un antes y un después y somos muchos los que confiamos en ustedes....¡Adelante, con todas las fuerzas de la Historia!
